Nuestra campaña de ayuda a los damnificados por la DANA no sería posible sin la comunicación directa con los propios afectados. Así, conociendo a los vecinos, párrocos de las localidades, directores de asociaciones, comunidades de vecinos, etc, se detectan las necesidades más urgentes y conseguimos tener una red de contactos para una distribución eficaz de la ayuda.
Es el caso de Gabriel, un vecino de Paiporta que perdió su negocio en la riada, una tienda de teléfonos móviles que quedo totalmente destrozada. Desde entonces está liderando distintas iniciativas para ayudar a los vecinos: búsqueda de donaciones, aprovechamiento de locales para distribución de artículos de primera necesidad y productos para labores de limpieza. En el caso de Altius, Gabriel y otros compañeros, son un nexo fundamental para nuestro trabajo de distribución de ayuda a los damnificados de Paiporta.
«Son muchas las necesidades pero por ejemplo algo en lo que no se piensa es en los deshumidifadores, las casas están llenas de humedad y moho, es un artículo que estamos necesitando mucho», nos cuenta Gabriel, «los que más nos ha afectado en el tema económico es a los que teníamos algún negocio, yo no he recibido de momento ningún tipo de ayuda, después de más de un mes».
Los propios vecinos se han organizado por equipos de voluntarios, buscan donantes, descargan donaciones, almacenan y distribuyen, buscan locales en el pueblo que se puedan utilizar para almacenar, actualmente tienen 16 puntos de entrega directa a los vecinos y se lamentan de la falta de apoyo de las administraciones que piensan que llegarán a largo plazo.
«El problema no acaba con que vayan abriendo los supermercados, hay personas como yo que han perdido su medio de vida, no tenemos ingresos para comprar, lo mismo pasa a todos los autónomos del pueblo», explica Gabriel.
Otros de los vecinos involucrados en los equipos voluntarios de ayuda, nos cuenta que están muy preocupados, no saben cuánto tiempo van a poder estar implicados ni contar con recursos suficientes para atender tanta necesidad, «tengo días libres hasta que abra el supermercado donde trabajaba, pero ¿qué pasará cuando vuelva a mi trabajo?, ya no podré encargarme de esto, necesitamos gente joven que nos pueda ayudar, muchas veces necesitamos ir casa por casa, llevamos muebles, colchones…»
También les preocupa el daño psicológico y de salud que está causando todo esto, «hay niños a los que les aterroriza volver a sus casas, abuelos que enferman por estar en casas llenas de humedad».